¿Qué son los ánodos de una embarcación?

Los ánodos en una embarcación son piezas metálicas que protegen las partes metálicas del barco contra la corrosión galvánica.

En ocasiones, habrás visto que también se les llama ánodos de sacrificio o ánodos galvánicos. Para hacerte una idea de los distintos modelos que existen, en la tienda online puedes comprar ánodos de distintas formas y diseños.

Suelen colocarse en hélices, ejes, timones, casco metálico o carcasa del motor fuera borda. Ten en cuenta que estos componentes suelen estar hechos de metal y pueden ser sensibles a la corrosión al estar en contacto directo con el agua.

Los ánodos tienen como objetivo recubrir estas piezas para que los ánodos se corroan primero, evitando así que la corrosión afecte a partes más importantes de tu embarcación, como la hélice o el timón.

¿Para qué sirven los ánodos de una embarcación?

Cuando una embarcación está en contacto con el agua (especialmente si estamos hablando de agua salada), se genera un pequeño campo eléctrico entre los distintos metales sumergidos. Como ya hemos dicho, las partes más sensibles a la corrosión de una embarcación suelen ser las hélices, ejes, timones o el caso metálico.

La corrosión debilita los metales, con el riesgo de que se deterioren más rápidamente algunos elementos importantes como la hélice o el timón. También pueden dar lugar a fallos mecánicos en la navegación, pérdidas de fuerza estructural en el caso y fugas de agua. 

Al final, asegurarse de que los ánodos se encuentran en buen estado y están cumpliendo su función es clave para la seguridad marítima. Además, los costes de tener que reemplazar piezas o reparar el caso de tu barco debido a la corrosión pueden ser enormemente elevados.

Para evitar esto, se instalan ánodos hechos de un metal más “reactivo” que los otros. Así, los ánodos se oxidan y corroen primero, protegiendo al resto de la embarcación.

¿Cómo se instalan los ánodos de sacrificio?

Los ánodos suelen tener agujeros para fijarse con tornillos o abrazaderas. Dependiendo de la zona, pueden instalarse de distinta manera. En el eje puede ser mediante un disco roscado o abrazado; en otras zonas del barco, se pueden instalar mediante placas o bloques atornillados.

Algo muy importante que deberías tener en cuenta es que el ánodo está eléctricamente conectado al metal que debe proteger. Esto garantiza que la corriente galvánica fluya hacia el ánodo y no al metal principal. Si no se instala correctamente, el ánodo no cumplirá su función de protección, y el metal de la embarcación quedará expuesto a la corrosión.

Piensa también que el ánodo debe estar siempre expuesto al agua para que pueda corroerse y cumplir su función. Si lo pintas o cubres, pierde efectividad.

¿Cada cuánto tiempo hay que reemplazar los ánodos de una embarcación?

Lo ideal es hacer una revisión de los ánodos cada 3 o 6 meses. No hay que esperar a que estén totalmente deteriorados, basta que se hayan desgastado en un 50% o similar para que ya sea un buen momento para reemplazarlos.

Si tienes tu embarcación en tierra fuera de temporada, es posible que no tengas que sustituirlos todavía si has cuidado bien de tu embarcación, y puedan durarte hasta 1 año. Pero aquellos que hacen mucho uso de la embarcación o la tienen mucho tiempo en el agua pueden requerir que los reemplaces cada muy poco tiempo.

Si el sistema eléctrico de tu embarcación tiene fugas o malas conexiones a tierra también puede ser necesario que los reemplaces antes. Cuando hay fugas de corriente eléctrica, se generan corrientes galvánicas dentro del sistema y también hacia el agua. 

Lo normal es que estas corrientes eléctricas traten de salir del sistema eléctrico a través del agua, y para ello, lo hagan a través del metal del casco del barco o del motor.

En este sentido, si quieres que tus ánodos puedan durar más tiempo puede ser importante revisar el sistema eléctrico de tu embarcación y asegurarse de que todo funciona correctamente.

Tipos de ánodos

Generalmente, te vas a encontrar los siguientes tipos de ánodos según el material del que están hechos:

• Zinc: suelen ser la mejor opción para agua salada, protegen bien las piezas metálicas de tu embarcación y son compatibles con motores y metales comunes.
• Aluminio: son ligeros y tienen una buena durabilidad. Suelen ser la opción más habitual para aguas saladas y salobres.
• Magnesio: suelen estar diseñados para agua dulce, donde hay menos conductividad eléctrica. Ofrecen una protección muy intensa, pero no son aptos para llevar en el mar.

También se pueden clasificar los ánodos según otros elementos, como la pieza a la que van destinados, o la forma o diseño. Puedes encontrar desde modelos tipo placa, ideales para cascos y timones a ánodos de collar para ejes de transmisión o ánodos de motor de fuera borda. 

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